domingo, 18 de julio de 2010

El Cosmos queda a la vuelta de la esquina


Algunos medios llamaron a esta semana la más fría de la década, y puede sonar escalofriante si no se tiene en cuenta que la década recién comienza…

Para ponerle algo de calor a este primer invierno entonces, en el primer piso de Te Mataré Ramírez (Gorriti 5054) Juan Echeverría expone “Sin prejuicios”, una serie de pinturas de alto voltaje que evocan, en la belleza de las formas y la intensidad de los colores, la esencia sensual y caprichosa del deseo.
No muy lejos, en Humboldt 1510, una segunda década empieza para Elsi del Rio, cerrando la primera con un festejo inolvidable y dos muestras dignas de semejante ocasión: “Urban birdwatching” , donde José Luis Anzízar propone una invasión de la naturaleza en la ciudad, en una retribución magnífica y luminosa que regala a los ojos versiones mucho más felices que la realidad en crudo de los grises paisajes urbanos, y “Lo otro”, la instalación en el patio en la que Juan Batalla invita a descifrar una naturaleza distinta, la de sus misteriosas criaturas esculpidas en caucho, a través de lo que él llama “un trayecto especular a aquello cifrado en las entrañas”. ¿Hace falta decir más? Vayan a verlas.
Otra galería que cumplió años esta semana es Perro Verde. Para festejar este segundo aniversario, en Dorrego 1230, se exponen obras de “El Tercer Artista”, el resultante de la efectiva fusión de Perro Verde y Luz Vidal, una buena muestra con el plus de incluir, bajo la consigna “arte para todos” y como oportunidad para regalar arte también en el día del amigo, una pared con 40 obras a 20 pesos cada una, nada mal.
En otro barrio, en galería Ro (Paraná 1158) “Amabilis insania” es la propuesta, que incluye varias obras de sorprendente destreza no aptas para piromaníacos de Camilo Guinot, y otras de Mariano Gonzalez en las que, como en aquel cuento de Italo Calvino en el que un grupo de aventureros recogía en ciertas noches la “leche de la luna”, el cosmos aparece tan cercano y asequible que demuestra que la monumentalidad de la obra no es pasible de ser medida solamente en su tamaño.
Ultima parada, Palais de Glace. Virgina Buitrón expone sus dibujos sobre hojas de cuaderno Rivadavia en la muestra “Hoy es un día de sol”. Las obras que componen esta muestra, y que aparentan ser dibujos infantiles, desnudan con la excusa de las fechas patrias la innegable relatividad de su sentido, y con ella, las realidades que bajo el manto de la inocencia permanecen ocultas en estos conceptos con una cierta ironía irresistible y certera.
La carne y los sueños, lo cotidiano y lo extraordinario, lo natural y lo artificioso esperan a quienes se animen a ponerse la bufanda para recorrer estas muestras desafiando al invierno.

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