Una ventaja de vivir del lado divertido de la ciudad, es la posibilidad de aprovechar las últimas temperaturas piadosas para recorrer algunas muestras interesantes utilizando el mismo medio que para recorrer bares: caminando. Para quienes vayan a visitar Palermo es un dato importante, porque no todo es ropa y lujo, también hay arte y mucho, y es bueno tenerlo en cuenta, ya que, para algunos, puede resultar tan reconfortante como un menú fusión a la última moda, un poco de alimento para el alma.
En la cuadra de Humboldt al 1500, por ejemplo, Elsi del Río presenta la muestra de Fernanda Cohen, “Guerra de palabras”, una serie de ilustraciones donde la palabra y su dinámica protagonizan diez discusiones universales.
A unos metros, en Braga Menéndez, hay partida doble. “Boomerang”, de Edgardo Giménez, unos gatos-secretaire que despertaron fantasías de redecorar algunos rincones de mi casa (envidiaré mucho a quien sea feliz poseedor de alguno), y una imponente instalación pop rebosante de salvaje sensualidad. Subiendo las escaleras se encuentra “In god we trust”, una serie de altares de Sebastiano Mauri, que entre divinidades, chucherías y parafernalia remite a la universalidad, mas allá del culto, de aquella búsqueda de trascendencia de la vida carnal que llamamos “fe”.
Cruzando la calle hasta el número 1478, otro buen lugar para descubrir es la nueva galería de Carla Rey, que cuenta con un espacio propio para el Centro de Edición, y la muestra “Sujeto y Palabras”, de Pablo Lehmann y Julio Alan Lepez. En las obras de Lehmann, la palabra, privada de cuerpo y de sostén, se transforma en la materia de construcción, en el profundo discurso sugerido en el objeto o la imagen que conforma, distorsionando hasta lo mas íntimo la naturaleza del significante con un resultado exquisitamente poético, mientras que las de Lepez, cuyas dimensiones persiguen las formas y discursos implícitos de sus protagonistas, retratan con destreza e ironía la impersonal trama de nuestras relaciones ultraglobalizadas.

K-po Miceli
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